viernes, 9 de septiembre de 2011

Recursos Naturales

Definición y clasificación de los recursos.

Un recurso se define como cualesquiera elementos (viviente o no viviente), o bien cualquier habilidad o conocimiento humano que pueda ser usado en la producción de bienes o servicios.

En igual forma, recurso es el conjunto de elementos materiales e inmateriales escasos en relación con su demanda, que en forma mediata e inmediata y en interacción con el ser humano a través del proceso productivo generan bienes y servicios para la sociedad. Es por lo tanto, también la capacidad humana, las propiedades animales y objetos materiales, la tierra, la flora, la fauna, el agua y otras sustancias escasas en relación con su demanda y que se emplean conjuntamente para producir bienes y servicios destinados a la satisfacción de necesidades de la población.

Recursos naturales.

Son todos aquellos elementos que existen en la naturaleza y que el ser humano puede utilizar para su propio beneficio.  Los procesos y el tiempo, determinan la disponibilidad del recurso.  La cantidad total de trabajo necesario para encontrar, obtener y refinar el recurso, de manera que se presenten en una forma útil al ser humano, determina su calidad.  Los recursos naturales en función a su durabilidad se pueden clasificar en Recursos Renovables y Recursos no Renovables.

I. RECURSOS NATURALES RENOVABLES

Son aquellos elementos que con prácticas adecuadas de conservación y uso racional de los mismos, pueden aprovecharse permanentemente. Están en una cantidad fija en un momento dado, pero esta cantidad es renovada mediante la reproducción biológica (productos agrícolas, animales, mano de obra aplicada a la renovación de bosques) o un ciclo natural (agua, suelo y atmósfera).  Es muy importante saber que un recurso natural renovable puede ser disminuido, mantenido o incrementado según el manejo que de el se haga.

Los recursos naturales renovables también se definen como los recursos que por su carácter biológico poseen capacidad regenerativa propia y por consiguiente capacidad de reproducción. La reproducción biológica se puede dar en forma natural o puede ser administrada o dirigida como en el caso de los peces en estanques, la ganadería y algunos productos agrícolas.

El grado de renovación de los recursos naturales está determinado por el número de individuos que se reproducen en un tiempo específico y el tamaño de la población encargada de la reproducción.

La capacidad de regeneración y reproducción de los recursos naturales renovables es estimulable con prácticas adecuadas y racionales de conservación y uso; sin embargo, también corren el riesgo de convertirse en no renovables cuando se utilizan incorrectamente y/o irracionalmente.

El uso sostenible del recurso natural consiste en utilizar el recurso de manera que su renovación sea tal que las generaciones futuras puedan disfrutar de los mismos beneficios que en el presente.

La explotación no controlada y deteriorante se da cuando únicamente interesa el valor presente que el recurso proporciona.  Se busca obtener la máxima ganancia económica en el menor tiempo posible, sin importar si esta actividad trae serias consecuencias o el agotamiento completo del recurso.

Entre los principales recursos naturales renovables, que por su importancia en la actividad económica cuando el ser humano los incorpora en los procesos productivos  para la generación de bienes y servicios, destacan los siguientes:

-    Por su relación estrecha con el sector agrícola.

Contribuye a la generación de divisas a la economía del país, y entre los principales rubros de exportación se encuentran productos agropecuarios tradicionales, agro industriales y algunos productos no tradicionales. Se estima que aproximadamente el 75% de los productos que contribuyen a la generación de divisas a la economía del país, son de carácter agropecuario. En ese sentido vale la pena tomar en cuenta lo que constituye la clasificación referida a productos tradicionales y no tradicionales, que de alguna manera todos ellos se relacionan con el suelo.

Se le llama productos tradicionales a aquellos que tradicionalmente ha producido el país durante su historia; estos productos constituyen la principal oferta exportable hacia el exterior, de acuerdo al  modelo agroexportador de materias primas agrícolas que prevalece en Guatemala. Se han considerado como productos tradicionales café, azúcar, banano y algodón. Sin embargo, éste último perdió mercado por los sustitutos que aparecieron en el mercado, los cuales se empezaron a producir internacionalmente en el último cuarto del siglo pasado, por lo que su producción local bajó radicalmente y ya no forma parte del esquema de producción de agroexportación. Hoy día se consideran como los principales productos tradicionales para Guatemala los siguientes:

-          Café
-          Azúcar
-          Cardamomo
-          Banano
-          Petróleo

Obviamente el petróleo no es un producto agrícola pero proviene directamente de la naturaleza y se exporta sin ningún grado de industrialización de una manera constante desde hace unas décadas, por lo que ya se el considera como tradicional; igualmente, el cardamomo es ya considerado como tradicional.

Por su parte, los productos no tradicionales son aquellos que el país no ha exportado tradicionalmente durante su historia y en el pasado no tenían fuerte impacto en los ingresos de divisas, sino que es hasta la época reciente que han tenido auge. Entre otros, se pueden mencionar como los principales productos no tradicionales los siguientes:

-          Minerales
-          Frutas frescas y congeladas
-          Verduras frescas y congeladas
-          Plantas ornamentales
-          Follajes
-          Flores
-          Caucho natural
-          Hidrobiológicos
-          Madera y productos de madera
-          Especies
-          Textiles
-          Diversidad de artículos típicos
-          Medicamentos
-          Manufacturas plásticas

Aunque este hecho no se relaciona directamente con el tema del suelo, vale la pena mencionar que en los últimos cinco años se han considerado ya dentro de los productos no tradicionales a ciertos servicios que el país está exportando directamente o generando ingresos de divisas, tal el caso del software, servicios de laboratorio, atención al cliente y centros de recepción de llamadas.

Destrucción del suelo.

Definición: consiste en la degradación o desaparecimiento de las calidades químico-orgánicas que posee un espacio físico de suelo. 

El suelo puede ser destruido por varias causas.  Estas pueden ser por la destrucción de los bosques y otras formas de cobertura vegetal, y las prácticas agrícolas inadecuadas. La manera en que más frecuentemente se destruye el suelo es la erosión, que se convierte en un fenómeno  que puede ser de origen natural o con intervención del ser humano, pero que tiene grandes repercusiones sociales.



Erosión.

Definición: erosión es el desprendimiento, remoción o arrastre de las partículas del suelo, ocurridas por el agua, el viento, la nieve o incluso la acción del ser humano y los animales. También consiste en la fuga, traslación o trasporte de la capa útil de la tierra, hacia otro lugar o espacio no determinado, por la acción del agua, el aire, los animales y el ser humano. 

a) Erosión hídrica.

Es causada por el agua y ocurre en terrenos con pendientes inclinadas que tienen poca o ninguna cubierta vegetal, o bien que no se les aplica ninguna medida de conservación de suelos.

b) Erosión eólica.

Es causada por el viento en época seca; la velocidad y fuerza de los vientos sobre la tierra provoca que el suelo superficial, más liviano, se levante y se transporte hacia otros lugares, dejando sola la capa más compacta y menos fértil; ocurre en ciertas zonas con  poca precipitación, áridas y en terrenos planos sin cobertura vegetal.

c) Erosión mecánica.

Se denomina así al tipo de erosión que provocan los animales, especialmente cuando se realiza el sobrepastoreo en suelos utilizados en actividades para la agricultura.

El ser humano también erosiona el suelo; los asentamientos humanos en áreas de vocación agrícola reducen la disponibilidad de tierras para el desarrollo de cultivos que contribuyen a la erosión por los caminamientos y construcciones de viviendas.  Esto se traduce en una presión demográfica sobre el suelo.

La erosión provoca que la tierra se acumule en áreas que no le corresponden, especialmente en espacios de agua de ríos o lagos.  El exceso de tierra transportada hacia estos provoca azolvamientos; un espacio azolvado facilita las inundaciones, que eliminan la posibilidad que las corrientes de agua fluyan  libremente, especialmente las que corresponden al ciclo hídrico.

Guatemala es el país de Centroamérica que posee los indicadores más altos de erosión de suelos, de acuerdo a una publicación del “Plan de Acción Forestal para Guatemala”. Anteriormente se ha explicado que los bosques cubren el 37% del territorio nacional, en tanto que el 3.43% corresponde a fuentes de agua, 1.08% a infraestructura y 0.12% a zonas áridas y mineras. El restante 58% de su superficie ha estado al servicio de la actividad agropecuaria, porcentaje que ha tendido a subir en los últimos años, por el ensanchamiento de la frontera agrícola, no obstante que, como ya se ha indicado existe muy poca vocación del suelo para este destino.

¿Qué es la frontera agrícola? La frontera agrícola es el límite imaginario que divide la tierra dedicada a la agricultura y la tierra que aún se mantiene como área natural intacta. Debido a la presión de las poblaciones humanas, esta frontera avanza cada vez más hacia las áreas naturales; a este fenómeno se le llama expansión o avance de la frontera agrícola. En algunos países se busca ampliar la frontera agrícola y se ve como algo positivo cuando se trata de zonas áridas, desérticas, aprovechándose canales de irrigación.

Sin embargo, en otros países como Guatemala el avance de la frontera agrícola está asociado a la deforestación. El reemplazo de flora y fauna por tierras agrícolas está asociado a la degradación del medio ambiente; el uso indiscriminado de agroquímicos, las grandes superficies necesarias para la agricultura mecanizada y la explotación excesiva de la fertilidad de los suelos tienen consecuencias negativas para el medio ambiente.

·         Deforestación.

Definición: la deforestación es la remoción de la cubierta forestal para dedicar las tierras a cultivos anuales. La habilitación de nuevas tierras para la agricultura y la ganadería, salvo casos muy especiales, se hace por sistema de tumba, roza y quema, que se presenta con mucha frecuencia en zonas de selva tropical, en donde la agricultura nómada tiene como consecuencia el agotamiento progresivo de los suelos.

Según el tipo de uso a que sea sometido el suelo, después del cambio de su cobertura forestal, así será la pérdida del suelo, ya que los bosques son muy eficaces para evitar la erosión hídrica, al interceptar por medio de sus hojas la energía de las gotas de lluvia, que luego pasan a la capa de hojarasca y humus, en donde lentamente son absorbidas por el suelo sin causar pérdida o arrastre de las partículas del mismo.